Entrevista de Sal Emergui para el mundo.es
Dos meses después de 'El Greco', José Mercé desembarca en Jerusalén. El primero, fue un valioso préstamo del Prado al Museo Israel. El segundo, un regalo del flamenco más auténtico que se abrirá esta noche ante un público israelí sediento de pasión y flamenco de España. Que viene a ser lo mismo.'Pienso que la cultura no tiene nada que ver con la política. A mi nadie me va a coaccionar'
Conversamos cerca del kilómetro más sagrado del mundo. Mercé acaba de aterrizar de Madrid. El cantaor de Jerez de la Frontera no es mudo como el cuadro de 'El Greco'. A estas alturas de su vida y respetando a todos, Mercé no acepta presiones. O así lo parece al explicar a ELMUNDO.ES por qué no anuló su concierto con motivo del 25 aniversario de las relaciones bilaterales entre Israel y España, tal y como le pidieron grupos propalestinos.
"He leído muchas cosas en Twitter y Facebook que no comparto. No entiendo que quieran coartarle a uno la libertad de cantar donde lo desee. Yo puedo cantar al pueblo judío, al pueblo palestino y a quien me invite. Pienso que la cultura no tiene nada que ver con la política. A mí nadie me va a coaccionar", asegura en un sincero arrebato adornado con salero andaluz.
"Queremos pedirle que cancele ese concierto. Actuar para Israel supone actuar para un Estado que ejerce una prolongada y cruel ocupación de Palestina", le escribieron dichos movimientos acusándole de apoyar a Israel. "¡Pero si yo no apoyo a nadie! Si mañana me llaman los palestinos, voy a cantar y ayudarles a lo que haga falta. Como al pueblo judío. No tengo nada contra nadie. Somos mensajeros de la paz. La cultura no tiene que estar de un bando o de otro. Soy de los que puedo decir con la cabeza muy alta que jamás he pertenecido a un partido político y nunca he recibido sus ayudas. Lo que tengo lo he ganado con el sudor de mi frente en el escenario", comenta.
¿No teme represalias de algún tipo por su presencia en Jerusalén? Mercé nos responde con pregunta: "¿Por qué voy a tener miedo? Yo tengo una profesión de la cual vive mi familia. He venido aquí sólo para trabajar y, si es posible, promover la paz. Aquí llevan toda la vida en guerra... yo no voy arreglarlo en media hora de cante. Tengo mis sentimientos e ideas y digo lo que está mal pero el arte está por encima de todos los políticos", afirma apuntando la falta de flexibilidad de los líderes de ambos lados.
Según él, los líderes israelíes y palestinos no tienen la suficiente flexibilidad para llegar al deseado acuerdo. "Desgraciadamente, viven una tragedia griega en la que todos creen tener la razón. El mundo entero está de acuerdo de que el conflicto debe acabarse de una puñetera vez", exclama el cantaor que añade cierto pesimismo: "La paz parece hoy una utopia. Desde que nací, ya estaba el mismo problema".
El frío de esta época del año y el conflicto eterno de Jerusalén cederán esta noche ante la pureza del sonido de Mercé, escoltado por guitarra y dos palmeros. Roni Peled, director de eventos del Museo Israel, no oculta su entusiasmo: "Hemos vendido todas las 300 entradas. Hay mucha expectación para ver a una de las grandes estrellas de la canción del flamenco y embajador de la cultura de España. No canta ladino pero lo recuerda. Le agradecemos que no haya cedido a las presiones y demuestre que la cultura está por encima de la política".
Con más de un millón de discos vendidos a la espalda ("No sé cuántos tengo porque no los he contado") y el cariño popular en el corazón, Mercé reivindica el flamenco: "Las multinacionales no le dieron mucha bola. Lo tenían allí porque había que hacerlo pero luego sacaba el disco y daba igual... Lo que realmente les interesaba era la música extranjera y el pop. Fuera de España, hay mucho respeto al flamenco. Estoy convencido que los que van acudir al concierto en Jerusalén saben los palos que voy a hacer. La humanidad es el flamenco que es del y para el pueblo. Son dos siglos de historia".
No es la primera vez que Mercé pisa Tierra Santa. Como recuerda con nostalgia, "hace más de veinte años, estuve con Antonio Gades en Belén, Jerusalén y Tel Aviv. Me han dicho que hay mucho interés y me alegro por este ambientazo. En esta zona gusta mucho el flamenco. Es algo impresionante. Creo que tiene que ver el sentimiento musical de los pueblos, Al Andalus, el ladino...".
Antes de un paseo nocturno por las calles milenarias de Jerusalén, la conversación se transforma en una ruidosa y divertida discusión. Toca hablar de fútbol. El cantaor es un conocido y ferviente seguidor del Real Madrid cuyo himno grabó hace unos años en una versión muy aplaudida. "Soy muy del Madrid y estamos muy felices esta semana. Siento decirte que si escuchas atentamente el himno del Madrid, quizás te des cuenta de que [risas]... Vosotros, el Barça sois un gran club... un equipo de moda pero el Madrid es eterno, como el flamenco".